El río Duratón forma entre San Miguel de Bernuy y la villa de Fuentidueña
un profundo cañón que ocupan las aguas del embalse de las Vencías.
Para conocer estas Hoces septentrionales del Duratón salimos de San Miguel de Bernuy por el viejo puente de piedra (1) que cruza el río y tomamos a la derecha. Pasado el antiguo molino, la senda se bifurca (2).Ascendemos por la izquierda. Sobre el embalse, llegamos a las ruinas de una ermita (3) contestadas por las que se alzan en lo alto de la otra margen. Bajamos pisando piedras sueltas para llegar al fondo de un vallejo (4) e iniciamos una subida corta y abrupta. Nos separamos del embalse y, tras atravesar otro vallejo, llegamos a una alambrada (5). Subimos hacia la izquierda y llegamos a una portela (6). Sin cruzarla continuamos junto a la valla. El Duratón, embalsado, sale de las rocosas paredes del cañón y discurre tranquilo en un paisaje más abierto. Desde nuestra posición podemos disfrutar de los páramos de la Tierra de Fuentidueña, al norte, y de el mar de pinares bajo las montañas azules del Sistema Central, al sur.Termina la valla (7) y atravesamos el pedregal buscando el vallejo. Bajamos hasta un campo de labor (8) y lo bordeamos para tomar a la derecha el camino que baja al embalse (9) donde se convierte en senda. La continuamos aguas abajo para llegar a una valla (10) que la limita a la izquierda.
Pasamos por La Serranilla (11) y dejamos atrás sus construcciones. Subimos por la pista que se dirige a Los Valles de Fuentidueña y llegamos a un cruce (12).Tomamos el camino que baja de frente, dejando a nuestra derecha la rodada que parte junto al mojón. En los tres siguientes cruces (13, 14, 15) continuamos de frente. Nada más pasar la Fuente del Hierro (16) llegamos a otro cruce y seguimos de frente. El camino baja hasta el río (17). La villa de Fuentidueña (18), ya muy próxima, es el final del camino.
La ruta presenta unas vistas magníficas y de una gran belleza, tiene una dificultad media.
Duracion: 8,3 km uqe se pueden haer tranquilamente en 3h 30 min.
Fuente: Asociación de Turismo Rural Tierra de Pinares Segoviana "ATURTIPISE"
Fuentidueña, una perla en la provincia de Segovia
La que fue villa de don Álvaro de Luna Manrique.
En la ribera del Duratón, y en su ladera norte, asomada al río, se encuentra Fuentidueña, rica en manantiales, buen vino y excelente cordero.
En la carretera de Segovia a Aranda de Duero (kilómetro 65) arranca por la izquierda un carril que en pocos minutos nos sitúa en Fuentidueña. El paisaje castellano que dejamos atrás se rompe bruscamente en esta villa con su abundante arboleda y riqueza de aguas. Bañada por el río Duratón, el que después de un largo recorrido a través de localidades y parajes tan bellos como Sepúlveda, San Frutos, las Hoces del Duratón... riega generosamente la vega, en cuyas tierras se producen excelentes frutos y hortalizas, así como magnificas cosechas de cereales y remolacha.
Para llegar hay que tomar la N-110 desde Segovia o bien la N-I y desviándose en Cerezo de Abajo en dirección a Cantalejo.
Situada en la vertiente norte de un empinado risco, al norte de Segovia, entre Calabazas y Fuentesoto, se encuentra esta población de 185 habitantes que todavía hoy mantiene su aspecto medieval. Sus orígenes son prerromanos, pues queda constancia de algunas tumbas celtibéricas. Fue repoblada en el siglo XII, probablemente por burgaleses procedentes de Oña. Su nombre en 1135 era Fontedona. Fue protegida por Alfonso VIII. En el siglo XV llegó a ser señorío de don Alvaro de Luna. Pasó a los condes de Montijo en el siglo XVIII.
Estos son sólo algunos de los acontecimientos más importantes de su dilatada historia.
Debido a sus ventajas orográficas esta villa fue fortificada en época románica (siglos XII y XIII) con muros que serpentean por quebradas laderas. De estas murallas medievales podemos observar amplios paramentos almenados; numerosos torreones circulares y cuadrangulares; varias puertas, entre las que destaca la puerta de Alfonso VIII; y en la zona más alta, las ruinas del castillo.
La iglesia de san Miguel es un espléndido templo románico de una sola nave cubierta con bóveda de medio cañón. Cuenta con un excelente pórtico de ocho vanos en el lado norte, una bella portada occidental formada por cinco arquivoltas, y un magnífico ábside semicircular con cuatro columnas contrafuertes y tres ventanales. Pero el interés especial de esta iglesia reside en los capiteles de la nave por su variado repertorio temático con escenas de tipo religioso poco frecuentes en tierras segovianas por su complejidad, que se inspira directamente en el monasterio de santo Domingo de Silos. Pieza extraordinaria es asimismo el retablo mayor de estilo barroco. Relacionada con el famoso escultor renacentista Bartolomé Ordóñez se conserva también una estatua de la Virgen sentada con el Niño Jesús en su regazo. En la capilla del marqués de Prado se guarda una buena escultura de Cristo Crucificado del siglo XVII.
En la zona baja del pueblo, junto al río Duratón, se encuentra la iglesia de Santa María del Arrabal, también de época románica, con dos sencillas portadas de este lenguaje artístico; en su interior conserva un retablo gótico de finales del siglo XV, y los dos tardomanieristas de san Sebastián y san Pedro con pinturas de Simón de Escobar Mansilla. Queda del gótico tardío la portada de la casa de los condes de Obedos. Próximo al mencionado río empieza el camino de cruceros de piedra que termina en lo que queda del convento franciscano de san Juan de la Penitencia. Por otra parte, un puente romano salva las aguas del Duratón.
SITIOS DE INTERÉS
FIESTAS
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Callejón de la Fuente, 4 40234
Membibre de la Hoz (Segovia)
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